Si el concierto de Smile que presencié el año pasado no entra en mi top five no es por su falta de mérito sino porque el ambiente no acompañaba, ya que era muy poca la gente que poblaba el Garcilaso toledano aquella noche. Pero la suerte no solo juega malas pasadas, y yo esa noche me acerqué a la sala sin conocer nada del grupo en cuestión. Y me encontré con uno de los directos más impolutos que he visto nunca. Uno de esos conciertos que convencen de lleno a uno, que le hacen jurar fidelidad y amor eterno al estilo. La banda muestra un sonido perfectamente equilibrado, en el que se distingue a la perfección el quehacer de cada uno de sus instrumentistas. Nada que ver con el tipo de concierto de rock que tanto se prodiga, en los que muros de distorsión y volumen no permiten apreciar la particularidad y el sonido de cada instrumento, con un resultado más turbio de lo deseado. Adornan con una amplia instrumentación -guitarras, muchas guitarras, tanto eléctricas como acústicas, ukeleles, banjos, armónicas...- y unos coros precisos un rock fino (que se mueve entre el folk rock y la americana), elegante y vivo. Ellos siempre reivindican el surf y motivos veraniegos y playeros, y logran transmitir muy bien a través de sus melodías alegres y sus letras un mensaje cálido y fresco.
Un flechazo el de aquella noche. No podía esperar al día siguiente para buscar y hacerme con su música. Sabía que tenía nuevo material en bruto con el que saciar mi melomanía. Y en esas sigo, aunque en la grabación se pierda la calidez que el grupo aporta en el directo. Me parece a fin de cuentas un ejemplo de manual que refleja el tópico (en este caso real) del grupo que gana enteros en directo. Un ejemplo paradigmático también de banda subestimada: me dolía en el alma que un proyecto tan grande como el que presencié aquella noche quedara reservado para el deleite de los escasos incondicionales a la música de siempre.
Meses después leí acerca de un proyecto en el que andaba metido alguno de los componentes de Smile, así que tal aval fue suficiente para interesarme por lo que hacían esos tales The Fakeband. No voy a repetirme en etiquetas, ya que aunque estoy en las primeras escuchas creo que la tónica es muy similar. Podría referirme a The Band, a Grateful Dead o a tantos otros, porque de verdad que parecen sacados de las profundidades de américa. Pero no, son representantes de lo que ha llegado a denominarse como Getxo sound, que nos transporta con unos pocos acordes y melodías del norte de España a las costas americanas.
Alegres ambos. Muy disfrutables. No muy conocidos pero totalmente recomendables.
PD- Smile están a punto de sacar nuevo material. De hecho acaban de adelantar un primer videoclip, y ya han anunciado que en medio mes estará disponible el resto. Espero volver a verles pronto, y que esta vez sea mayor la compañía frente al escenario para hacer que la siguiente experiencia sea aun mejor que la primera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario