22 abr 2012

Michael Kiwanuka

Vamos a superar el obituario del gran Levon Helm con algo alegre y esperanzador. Que así es como resulta el primer disco de larga duración de este inglés de ascendencia africana. La música, en esencia acústica aunque con una amplia y cuidada instrumentación, merodea sobre una base de sonido folk. Una sección de viento con flauta incluida dota al sonido un carácter muy particular, suave y evocador. La voz gutural del protagonista hace el resto, aportando el carácter soul que termina de distinguir su sonido.


Solo tiene 24 años, así que con esta carta de presentación se perfila como promesa. Yo de momento sigo en las primeras escuchas, así que voy a aprovechar su música como hilo de fondo relajado para terminar las lecturas y deberes pendientes, y así poder valorar más adelante y con mayor criterio si estoy en lo cierto con esta primera impresión tan positiva.



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