Tratar de explicar las emociones que puede arrancarnos la música teniendo esta foto entre manos sería una pérdida de tiempo. Todo un gentleman El Pinky.
25 feb 2012
El exceso de información y contenido como mal de nuestros días
El episodio del rápido desarrollo tecnológico en el que estamos inmersos de lleno también tiene sus notas negativas. Ha permitido que la comunicación fluya como nunca antes había sido posible, a una velocidad y en unas cantidades insospechadas. Además que ha posibilitado la creación de numerosos soportes en los que se puede compartir y disfrutar del contenido multimedia: información, música, cine, etc. Todo esto es, a priori y de forma indudable, muy positivo, ya que permite que el acceso a tales contenidos se universalice y resulte por ello mucho más accesible para el conjunto de la población.
Pero el exceso de información nos está jugando una mala pasada. Tenemos más música a nuestra disposición que nunca, sin que haga falta siquiera recurrir al caro formato clásico. Por descarga directa, por servicios en steaming, P2P y un largo etcétera. Escuchar prácticamente lo que uno quiera ha pasado a depender nada más que de un par de clics. ¿Qué problema puede hacer entonces? Que al tener tanto contenido a nuestra entera disposición nos convertimos en unos consumidores menos exigentes. Escuchamos más cosas que nunca, pero con una atención considerablemente menor. Escuchamos un poco de esto y enseguida saltamos a lo otro. Nos sobran estímulos y nos falta mucha capacidad de concentración y para la atención pausada. El hecho de poder manejar tanta variedad nos hace más inconformistas en el peor de sus sentidos: basta con prestar cierta atención a determinado artista para que enseguida te entre el antojo de pasar a otro, y así una y otra vez en un círculo ilimitado. Cada vez es menos habitual ponerse un disco y escucharle entero, dedicándole la atención que merece. Las consecuencias son desastrosas, ya que de esta manera no se puede conseguir apreciar tan bien toda expresión artística. Para extraer las sensaciones, significados y emociones que la música puede transmitir se requiere de una atención más profunda, que permita caer en la cuenta de la sutileza y los detalles que hacen que algo te marque y llegue dentro. Algo que difícilmente se puede conseguir con una atención superficial.
Con todo, además nos hemos dedicado a desarrollar nuestra capacidad multi-tarea. Es cada vez menos habitual que alguien se ponga un disco con el único fin último de disfrutarlo. Muy al contrario esa ceremonia se ha reducido a mero medio, sirviéndonos como hilo ambiental para amenizarnos la realización de otra tarea. O lo escuchamos mientras hacemos otras tres cosas a la vez y en mente tenemos pendientes un par más, creando esa sensación permanente de deber insatisfecho. No es que lo diga yo, ya la cultura popular expresaba desde hace mucho que quien mucho abarca poco aprieta. Nos dedicamos a muchos menesteres, pero raramente ponemos el empeño y la atención suficiente en uno, incapacitándonos para hacer las cosas mejor y para poder extraer los mejores frutos. Nos creemos muy afortunados por tener disponible una cantidad ingente de contenido de todo tipo a nuestra disposición, pero no podemos llegar a serlo realmente si no aprendemos a gestionarlo con cierto criterio. Lo que más beneficio nos puede aportar no viene dado por cuestión de cantidad, sino de calidad.
Y he hablado de la música porque es lo que aquí nos concierne, pero el ejemplo es extrapolable a cualquier otro ámbito, ya sea artístico o referido a la información y la política. Como todos, no es un problema sin solución. En la medida que somos conscientes de ello podemos hacer el esfuerzo de no caer en ese vicio y procurar una mayor atención a lo que nos traigamos entre manos. Soy el primero que debe tomar nota. Seguro que así el resultado es mucho más productivo.
Enlace a un artículo genial sobre el tema.
Enlace a un artículo genial sobre el tema.
22 feb 2012
Thomas Wynn & The believers: una verdadera barbaridad
Carácter puramente soul, con reminiscencias gospel. Electrificado y muy enérgico. Y por todo ello muy rockero también. A Thomas Wynn parece que se le sale el alma cantando, con una voz increíble. Y el resultado es una música natural como pocas. Que sale de muy dentro y va directa a las entrañas. Si el mundo de la música le trata con justicia estoy seguro que este hombre (o al menos su último trabajo: Brothers&Sisters) pasará a la historia como un clásico. Una verdadera barbaridad. Aquí dos muestras de su último trabajo, ideales para darle una oportunidad. Presten atención:
The music never stopped
Tengo una gran predilección por los dramas. Si encima están basados en hechos reales suelen marcarme más. Y si como éste, además están protagonizados por la música el resultado puede ser fulminante. Y es que hacía tiempo que una película no me conmovía y emocionaba tanto. Relaciones humanas y emociones a flor de piel, guiadas por el hilo musical de varios de los mejores clásicos del rock (Grateful Dead, Bob Dylan, Rolling Stones, Buffalo Springfield, Beatles y Crosby,Stills &Nash).
13 feb 2012
Una píldora relajante
No suelo tener siempre las cosas claras. De las pocas quizá ésta sea una, así que aconsejo de forma decidida: y es que conviene sospechar de quienes muestran una seguridad total en sus planteamientos e ideas. Todos podemos estar en posesión de la misma en algún momento, bajo supuestos concretos y diferentes. Me refiero a la especie en alerta de expansión de quienes la expresan casi siempre, bajo cualquier premisa. Lo único que puede denotar tanta certeza es el hecho de ésta se funde en profundos prejuicios, ideas preconcebidas que otorgan a uno la razón de forma inequívoca e irreflexiva. No nos engañemos, el hecho de expresar dudas no es siempre síntoma de incapacidad, sino que bien al contrario puede ser una manifestación de espíritu crítico: el de quienes gustan de elaborarse un juicio fundado antes que arremeter con gesto altivo. Pero eso, al fin y al cabo, requiere de un esfuerzo considerablemente mayor.
Para todos estos decididos, de una orilla a la otra. Por quienes tragan sin valor para cuestionar sus colores. Por quienes confunden el valor del espíritu crítico con el hecho de ser unos criticones. Para que se relajen:
12 feb 2012
El blues y el folk como relato de la historia norteamericana
Una música tan profana como el blues no puede resultar elitista, aunque ahora lo parezca. Pasa que el acceso a la misma está hoy muy restringido (los medios no hacen eco de algo así), y solo llegan a ella quienes después de escuchar y disfrutar de toneladas de música moderna mantienen la curiosidad por saber cuales son las raíces de ese sonido, el germen del que proceden los sonidos más cercanos. Al principio resulta duro hacerse al estilo, ya que su sonido primigenio era muy rudimentario y repetitivo. Con los años se puso a coquetear con el rock, dando forma a un sonido mucho más accesible. Sin ánimo de generalizar (ya que bien hecho es de los estilos que más me llenan), pero pasa que en este proceso muchos han terminado concibiendo el estilo como una pista libre para que guitarristas e instrumentistas pudieran de forma continua sobre una base de doce compases que se repite una y otra vez. Un estilo mucho más llamativo y virtuoso, pero que en muchos casos dejaba el feeling y la riqueza armónica aparcados en un segundo plano.
A parte del sentido puramente musical es apasionante ver la manera en que el blues y el folk americano están ligados a la propia historia de los Estados Unidos. Estudiando el desarrollo musical norteamericano se puede entender mucho mejor la evolución social y política del país. Empezando porque es un estilo que surgió en el sureste de los EE.UU con la llegada de inmigrantes provenientes del continente africano. Estos se dedicaron a trabajar sobre todo en los campos de algodón en condiciones de esclavitud, encontrando la única vía de expresión y escape en el hecho de poder cantar sus penas acompañados de una guitarra, casi de forma hablada. Luego la población negra emigró del ámbito rural del sur a ciudades del norte en busca de mejores oportunidades y condiciones de vida. Es al llegar a grandes ciudades como Chicago y contar con suministro eléctrico cuando enchufan sus guitarras y hacen evolucionar el estilo hacia otro con mayor presencia y en el que los cantantes se hacen acompañar de bandas al completo. En este contexto se genera una mezcla de culturas muy importante, al encontrarse los inmigrantes negros sureños con otros provenientes del continente europeo. Seguía siendo en su mayoría una música producida por y para la población negra, por lo que su estatus en la época se mantenía en un nivel muy bajo. Hasta que a los chicos blancos les dio por hacer sus pinitos en el estilo e imitar lo que hacían aquellos negros. Es entonces cuando surge (con el rhythm&blues como predecesor) el rock´n roll, una nueva vertiente de su sonido más acelerada y con un ritmo pensado más para la diversión y el baile. El surgimiento de este estilo fue un acontecimiento extremadamente revolucionario, ya que suponía una bocanada de aire fresco en una sociedad profundamente conservadora y llena de complejos. De forma paralela y manifiesta la población negra seguía sufriendo la discriminación de un país tan racista como lo era en la época. De la mezcla de blues y el gospel, aquellos cantos espirituales que se cantaban en las iglesias evangelistas del sur, surge el soul. Su espíritu religioso de base les llevaba a reivindicar causas en pro de una mayor justicia social, de unas mejores condiciones de vida y por el logro de mayores derechos para la población negra excluida, convirtiéndose el mensaje en un elemento esencial del estilo. Es por eso por lo que estuvo tan ligada al surgimiento de a los movimientos en pro de los derechos civiles liderados más tarde por figuras como la de Martin Luther King. Al final resulta que la expresión a través de la música fue la semilla que impulsó el estallido de uno de los cambios sociales más importantes del siglo XX.
Así que ya saben, si alguien quiere hacerme feliz no tiene más que organizarme un viaje a esa tierra. Bien podría ser un recorrido por la ruta 66 o una estancia en un ciudad como Nueva Orleans, crisol en el que convergieron y convivieron en perfecta armonía las dos vertientes principales de la música de raíces: el blues y el jazz.
Así que ya saben, si alguien quiere hacerme feliz no tiene más que organizarme un viaje a esa tierra. Bien podría ser un recorrido por la ruta 66 o una estancia en un ciudad como Nueva Orleans, crisol en el que convergieron y convivieron en perfecta armonía las dos vertientes principales de la música de raíces: el blues y el jazz.
PD- Justo leo hoy esto, y es que han digitalizado y dispuesto de forma gratuita en la red el impresionante archivo fotográfico, de audio y vídeo sobre música popular de todo el mundo que un antropólogo recopiló durante décadas.
8 feb 2012
Una de las partes más importantes de la banda sonora de mi vida: Quique Gonzalez
Este hombre lleva años actuando como la mejor compañía en días tan tristes como el de hoy. De mi y seguro que de otros tantos, aunque el no lo sepa. Quizá no sea la mejor medicina, aunque no me engañen: todos, en mayor o menor medida, tenemos adquirido ese hábito un tanto masoquista por el que gustamos de regocijarnos en nuestra miseria en los momentos más bajos. Así se dificulta mucho la necesidad de levantar el animo, a decir verdad, pero quizá sea también necesario estremecernos de vez en cuando. Alguna razón debe existir que justifique una actitud aparentemente tan irracional. Aunque renunciemos al placer instantáneo, aunque despreciemos por un momento el sentido puramente hedonista, estoy convencido de que por otra parte puede ayudar a conocerse mejor a uno mismo. A desflorar sensaciones y emociones que de otra forma costaría tanto extraer, y en consecuencia, jamás llegaríamos a entender. Llegados a este punto nos damos cuenta que esta labor tan necesaria debe conllevar una gran complejidad. Cuando la alegría nos desborda somos mucho menos exigentes. Nos basta con el primer ritmo sincopado que oímos o con la primera estrofa mínimamente coreable que escuchamos para dar rienda suelta a nuestro entusiasmo. Nos volvemos más conformistas, bastándonos con menospreciar todo elemento que pudiera interponerse entre uno y su ambición. Es en cambio en las horas bajas cuando nos volvemos mucho más quisquillosos; cuando resaltamos la importancia del detalle. Ese momento en el que son las sutilezas las escriben los titulares. Tanto en la calle como en las canciones. Y en esta categoría, para mi, Quique ha llegado al nivel de maestro.
Lo consigue con una música de autor que ha puesto siempre sus miras en los grandes referentes de la canción pop-rock española, pero que ha tratado de reorientar a través de la fuerte huella que le ha dejado la música popular norteamericana. Sin dejar de lado nunca, aunque permanezca de forma latente, una actitud rockera que acompaña todos sus movimientos. Es toda esta simbiosis la que le permite distinguirle a pesar de no hacer nada extraordinario. Allá por el 2007 descubrí el Ajuste de Cuentas (en Spotify). No recuerdo haberme quedado tan prendado de ningún otro sonido nunca. En su día me resultó un mundo nuevo, abriéndome los oídos a una gama de sonidos más ligera e influenciándome notablemente en mis gustos. Creo que para iniciarse puede ser su mejor disco, ya que en su día sirvió a modo de recopilatorio en directo, por lo que alberga muchos de sus grandes temas con un sonido de directo extremadamente cuidado.
Os dejo, simple y llanamente, con una de las partes más importantes de la banda sonora de mi vida:
7 feb 2012
The Right Ons
Vuelvo para reivindicar otra banda española. Ésta que voy a tratar ahora no solo sigue en activo, sino que está en plena ascensión. Son de lo mejorcito del producto nacional bruto surgido en los últimos años, aunque de oídas no parezcan sacados de nuestro país. El rock que practican no es común en estas latitudes, asemejándose más al sonido que suelen producir bandas anglosajonas. De hecho están ya muy rodados en el extranjero (habiendo visitado Europa, Japón, Latinoamérica y EE.UU en varias ocasiones), mientras que aquí no han obtenido aún todos los frutos de su cosecha. Puede (y parece) que es con el nuevo trabajo que están ya presentando por toda la geografía nacional con el que pueden consolidarse como referentes de la escena patria.
Van sobrados de actitud, y calidad tampoco les falta. Eso aparte de la juventud y frescura que aportan. En Get Out (en Spotify) se desenvuelven en su onda más rockera, mientras que en los dos anteriores, sin dejar de lado la misma, se les notaba más el deje negro, con numerosas reminiscencias funky y soul. Así que son muchas las ganas de verles en directo, ya que he oído y leído de forma continua que se desenvuelven de maravilla sobre el escenario, con un sonido muy logrado y una presencia muy enérgica. Una prueba de lo importante que resulta la actitud a la hora de practicar esto del rock.
3 feb 2012
Tom Petty
Lo que me traigo hoy entre manos son palabras mayores. Simple y llanamente uno de los más grandes la la historia del rock americano. Lleva desde 1969 en activo, arrasando por medio mundo y convirtiéndose en toda una institución, sobre todo en los Estados Unidos (véase el vídeo del final). En su larga trayectoria se ha codeado con los más grandes, como en su participación en el supergrupo Traveling Wildburys, formado por él, Bob Dylan, George Harrison y Roy Orbison. Con uno de los mejores historiales de la historia de la música duele que no haya tocado nunca en España. El hombre tiene 61 años ya, aunque está en plena forma, y muchos creen que ésta puede ser la oportunidad definitiva de que pase por nuestro país. No hay fecha confirmada, pero muchos mantienen la esperanza de que aproveche uno de los pocos huecos que le quedan entre las fechas ya confirmadas en primavera por el resto del continente y nos haga una visita. Las apuestas se dirigen sobre todo a su posible participación en el Azkena Rock Festival. Ojalá así fuera.
En la mayor parte de su carrera ha estado acompañado de los Heartbreakers, su inseparable banda de acompañamiento. Aunque también ha hecho trabajos en solitario y con otras bandas, como los ya mencionados Traveling Wildburys y Mudcrutch. Ésta última fue la primera banda que montó siendo bien joven (en 1969) y de forma previa a juntarse con los Heartbreakers, y con la que volvió a sacar un título homónimo (Spotify) en el 2008. Para iniciarse en su música es muy buena opción ver el vídeo que dejo a continuación: un mini-concierto en la Super Bowl del 2008 con una interpretación de cuatro de sus grandes temas. Si gustan luego hay material de sobra del que tirar, entre los que puedo destacar el Damn the Torpedoes (Spotify) (1979) , el Wildflowers (Spotify) (1994) o Highway Companion (Spotify) (2006).
2 feb 2012
Circodelia
Casi todo el mundo conoce a este grupo. Les recuerden o no, la probabilidad de haber escuchado el hit que hizo que su nombre pegara bien fuerte es bien grande. Pero no vengo aquí a hablar de el, sino que vengo a reivindicar el resto de su obra. Les conocí superficialmente, y como en la mayoría de casos fue cuestión de tiempo el perderles la vista. Hasta que una casualidad de la vida hizo que nos encontráramos en un mismo aula de la facultad. Me picó la curiosidad de volver a escuchar que es lo que hacía ese flacucho con esas pintas tan provocativas, y ahí es cuando me llevé una de las sorpresas musicales más gratas que he tenido. Hay que reconocerlo, es inevitable que inquieten al principio, ya que en sus letras juegan mucho con la ambigüedad sexual y la provocación. Ahora, una vez que se pasa la vergüenza ajena y se aparcan los complejos es cuando puedes empezar a darte cuenta de la inmensa calidad musical que esconden.
La banda estaba capitaneada un discípulo privilegiado de Mick Jagger, un ligón cargado de carisma y con una voz portentosa. Junto con Pablo Parser a la guitarra, responsable de la mayor parte de las composiciones, forman la columna vertebral de esta banda de glam rock en versión española. Con sus fuertes particularidades, lo que uno se va a encontrar aquí es mucho rock n´roll. Y muy bien hecho.
Una vez pasado el flechazo hice una copias para el coche y no saqué sus discos del reproductor durante (muchos) meses. No soy capaz de separar de la memoria los viajes diarios a la universidad y su música. Todo el que ha montado de forma más o menos habitual en mi coche los ha tenido que sufrir, y el proceso para todos ellos ha sido el mismo: del desconcierto y las preguntas al amor incondicional, en pocos pasos. Si se le brinda la oportunidad este grupo engancha. Por suerte me hice a ellos a tiempo, y me animé a verlos cuando supe que volvían a tocar en la Honky Tonk madrileña, donde se exhibían habitualmente. Un concierto pequeño, lleno de incondicionales. Una descarga de rock de manual. Por suerte y por desgracia, ya que tras ese concierto comenzaron con el cese de actividad que finalmente resultó ser definitivo.
Tanto por la calidad de sus discos como por la que mostraban a la hora de defenderlos en directo considero que ha sido uno de los grupos más infravalorados del país. Pero claro, ninguno de sus otros temas llegó a sonar en los anuncios programados para el descanso de los Simpsons. Por eso me emociona ver que todavía hay gente que se acuerda de ellos y les rinde homenaje, como hicieron los chicos de Miss Caffeina en la última gala de los premios Rolling Stone. La noticia positiva es que Víctor (cantante) y Pablo (el alma musical del grupo) se han vuelto a unir en un nuevo proyecto que se hace llamar Vergara. El material ya está grabado, quedando únicamente pendientes de finalizar las labores de postproducción. Y aunque suene tópico ya han señalado que es lo mejor que han grabado nunca, así que mantengo las expectativas altas. El lanzamiento va con un retraso considerable respecto al calendario que han mencionado en varias ocasiones, así que no creo que la salida se retrase mucho.
Para finalizar voy a hacer una selección de los temas de su discografía que considero imprescindibles. En orden cronológico, y no de preferencia. Me cuesta determinarlo, pero su primer disco (Las Chicas de las Canciones, año 2002) es el que menos me convence, a pesar de tener temas como su single homónimo, Sexo, drogas y rock&roll o Rocco, con la que solían cerrar sus enérgicos conciertos. En Lo trágico es magnético (2003) encontramos temazos de la talla de Extraño en ti, Arma Oculta (atención a la voz en esta balada rock, y al saxo del final a lo E Street Band) o Peter Pan. Y finalmente en Máquinas Románticas (2006) destaco composiciones como Monstruo Perfecto (imprescindible), No recuerdo en que cajón, Orgullosamente o Ámame o muere. Me es imposible elegir un favorito entre los dos últimos discos. Cada uno de ellos está cargado de buenas canciones, siendo únicamente una cuestión de momentos la preferencia por uno u otro.
1 feb 2012
Sonorama15
Estos gentlemen del rock dejaron impresionados por su descarga en la pasada edición tanto a fanáticos como a quienes no les conocían.
Acaban de avanzar nuevas incorporaciones a la nueva edición del Sonorama. Probablemente, y si no tuviera nada que ver con la Ribera del Duero no me hubiera dejado caer por allí en Agosto, pero tengo familia y techo, lo cual facilita el enlace. Y digo probablemente porque aunque me gusten muchos de los grupos que actúan y mi melomanía me haga emocionarme en nada que veo tres instrumentos sobre un escenario, el estilo predominante no es mi predilecto. Por mera cuestión de gustos prefiero el Azkena Rock Festival, festival pureta por excelencia que permanece impermeable a las tendencias que dicta la moda en su periódica descarga de sonidos rockeros. El caso es que una vez que una vez me he dejado caer por allí puedo resaltar con algo de fundamento aspectos que considero positivos y algún otro mejorable.
Empezando por lo más negativo. Y es que me cansa ver que pasa lo que pasa en la mayor parte de festivales de moda. A los típicos Love of Lesbian (por poner un ejemplo extensible a otros) subidos en el escenario año tras año. Cansinez. Aunque sea difícil no pecar en este sentido cuando es necesario que la balanza salga positiva y se sepa a ciencia cierta que, al fin y al cabo, lo que mueve masas es la sota, el caballo y el rey.
Fuel Fandango haciendo temblar la plaza.
Acaban de avanzar nuevas incorporaciones a la nueva edición del Sonorama. Probablemente, y si no tuviera nada que ver con la Ribera del Duero no me hubiera dejado caer por allí en Agosto, pero tengo familia y techo, lo cual facilita el enlace. Y digo probablemente porque aunque me gusten muchos de los grupos que actúan y mi melomanía me haga emocionarme en nada que veo tres instrumentos sobre un escenario, el estilo predominante no es mi predilecto. Por mera cuestión de gustos prefiero el Azkena Rock Festival, festival pureta por excelencia que permanece impermeable a las tendencias que dicta la moda en su periódica descarga de sonidos rockeros. El caso es que una vez que una vez me he dejado caer por allí puedo resaltar con algo de fundamento aspectos que considero positivos y algún otro mejorable.
Empezando por lo más negativo. Y es que me cansa ver que pasa lo que pasa en la mayor parte de festivales de moda. A los típicos Love of Lesbian (por poner un ejemplo extensible a otros) subidos en el escenario año tras año. Cansinez. Aunque sea difícil no pecar en este sentido cuando es necesario que la balanza salga positiva y se sepa a ciencia cierta que, al fin y al cabo, lo que mueve masas es la sota, el caballo y el rey.
Fuel Fandango haciendo temblar la plaza.
Pero hay otros aspectos que distinguen a este festival. * Empezando porque a pesar de lo anterior siguen manteniendo una seña de identidad en el empeño de promocionar la música que se hace en el territorio nacional. En ese sentido la apuesta de grupos nacionales suele ser más extensa y variada que en otros festivales. * Continuando porque aunque predomine el indie han mantenido la horquilla de estilos un poco más estirada que sus competidores, enriqueciendo el cartel con contribuciones de otros estilos como el soul (hace dos años Soul Tellers y este año The Pepper Pots), el rock más clásico (Loquillo hace dos años, Jose Ignacio Lapido y Sex Museum el anterior, Los Enemigos en la edición presente), etc. Y último y muy importante: * por la fiesta que se monta en el centro de Aranda de Duero. La gente suele ir sin saber nada acerca de esto y sale considerando que es el aspecto que aporta mayor valor añadido. Ya sabemos lo que ofrece un festival en su recinto, con conciertos de la tarde a la noche y, en el caso, el pertinente cierre con DJ´s. En esto todos se asemejan. Lo que no suele ser habitual es empezar el día de buena mañana con unos pinchos y vinos en el centro y en las bodegas subterráneas de Aranda, continuar con los diferentes conciertos matutinos que ofrecen en las plazas del pueblo (donde los grupos -no solo noveles- se pueden ganar la participación en el escenario principal) y extenderlo hasta que se agotan las fuerzas a lo largo de la tarde. Vuelve al recinto del festival, a sabiendas de que cuando terminen los conciertos puedes volver al centro a la zona de bares y encontrar sus calles llenas de gente. Es lo que tiene tener que compaginar el ritmo normal de un festival, que ya es duro de por si, con el ritmo festivo ribereño, caracterizado por la vida y la fiesta en la calle en todo momento y el buen comer y beber. Al final lo peor de todo es que, por muy entrenado que estés, se hace difícil sacar horas de descanso entre tanta tentación.
También se fomenta el deporte con competiciones de alto nivel deportivo, si.
También se fomenta el deporte con competiciones de alto nivel deportivo, si.
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