13 feb 2012

Una píldora relajante

No suelo tener siempre las cosas claras. De las pocas quizá ésta sea una, así que aconsejo de forma decidida: y es que conviene sospechar de quienes muestran una seguridad total en sus planteamientos e ideas. Todos podemos estar en posesión de la misma en algún momento, bajo supuestos concretos y diferentes. Me refiero a la especie en alerta de expansión de quienes la expresan casi siempre, bajo cualquier premisa. Lo único que puede denotar tanta certeza es el hecho de ésta se funde en profundos prejuicios, ideas preconcebidas que otorgan a uno la razón de forma inequívoca e irreflexiva. No nos engañemos, el hecho de expresar dudas no es siempre síntoma de incapacidad, sino que bien al contrario puede ser una manifestación de espíritu crítico: el de quienes gustan de elaborarse un juicio fundado antes que arremeter con gesto altivo. Pero eso, al fin y al cabo, requiere de un esfuerzo considerablemente mayor.


Para todos estos decididos, de una orilla a la otra. Por quienes tragan sin valor para cuestionar sus colores. Por quienes confunden el valor del espíritu crítico con el hecho de ser unos criticones. Para que se relajen:

2 comentarios:

  1. Qué gran post y que gran canción, eres todo un orador :)

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  2. Gracias gracias, ya te efectuaré el pago por los servicios prestados! :-)

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